lunes, 27 de septiembre de 2010

Pensamientos

“Pensamientos para enamorados o locos.”

Día 1





Comienza la semana, un día frío, clásico en la capital, alrededor la neblina y un poco más debajo el sudor de cientos de personas que la habitan.

En mi pensamiento claro, se encuentra ella, aquella alma que espero sea mi gemela, para ella es esta canción, una canción bastante fútil pero que tiene mucho sentido.

En el frío conservo su recuerdo, un recuerdo cálido que me trae a la memoria cuando era más joven y un poco más sabio. La palabra voluntad acudía a mi con mucha frecuencia y es ¿que acaso en el amor esa palabra nos remite a los romances de la Edad Media o de Romeo y Julieta?

En realidad, la noche anterior fue un desperdicio, soñar que viajo por alrededor del infierno y no logro encontrarla es más que una letanía de amargos pensamientos, sin embargo, hay algo en mi alma que me anima a buscar a ese pequeña sirena que se esconde en el sur.

Una sirena hermosa, con ojos color jade y una postura llena de intriga y misterio, su cuerpo es perfecto y no hace falta nada en ella. Como una estatua que observa el porvenir de las eras, así es ella, esperando ser conservada para toda la posteridad.

Y a nosotros los mortales, nos es reservado el sueño de lujuria con el cual adornamos nuestras vidas, en otras palabras, toma tu tiempo y encuentra a la chica adecuada, podría estar en cualquier lugar y hasta en cualquier tiempo, la reflexión llega a su fin diciendo hola y adiós.

De repente, comprendo la situación y el adorno que se muestra ante mis ojos. Una presencia brillante llena de amor, y de confianza. Creo que las palabras no serían suficientes para describir esa felina belleza.

Aunque podría decirse que pareciera que la he visto en otro lugar y en otro tiempo, quizás cuando era un infante que contemplaba con avidez el mundo alrededor, o mejor aún un joven lleno de veneno hacia el globo.

Día 2


La noche se ha ido, dentro de mi existe la idea fija de encontrarla de alguna manera, saber que se encuentra con vida o algo por el estilo y he ahí el detalle, es tan misteriosa como un fantasma enamorado de la noche.

Eso trae a mi mente, la mañana. Una mañana esplendorosa llena de sol y que sin embargo, no consigue convencerme de nada. Es verdad que la vigilia produce en mí una honda impresión de hundimiento moral. Preferiría que siempre fuese de noche.

Una noche eterna en donde siempre cantarán los grillos, canciones relacionadas con ella, en donde entre las sombras pudiese atisbar el brillo de sus ojos verdes.
Ojos verdes, tan profundos como el océano y llenos de felicidad y de inocencia. ¿Qué hay en esos ojos?

Lo que encuentro es sólo una respuesta extendida a mi pregunta, a una mujer, esa mujer por lo cual escribo estas líneas y por la cual daría mi vida en perfecto sacrificio azteca.

Esto me recuerda cuando la vi por primera vez y me enamoré de su silueta y de su figura, fue algo más emocional que físico y en realidad sólo era un atisbo de lo que pronto podría encontrar.

Imagen, ese es el pensamiento, una imagen que me perseguirá por toda la eternidad, una eternidad llena de luz y desprovista de tristeza, tristeza encantada que cada vez que abro los ojos y pienso en ella desaparece como las gotas de lluvia después de una tormenta.

¿O acaso mis sentidos se embotan en una perfecta mezcla de sonidos y colores al aclarar la Luna sus prismas?

En este caso es un reflejo de que el envase es mejor que el contenido y que probablemente esté perdida y profundamente enamorado de una faceta sin igual de una desconocida, sí, sin duda que esa es la idea, pero como negarse a tal situación.
Sigo pensando y analizando como la pálida estatua de sal que quedó en Sodoma, tras el paso de Lot.

Día 3


El ladrido de un perro me levanta como hipnotizado de la cama. El encanto sigue y con un poco de esfuerzo, traigo a la memoria los sueños en donde estaba cerca de la playa.

Una playa azul que invitaba al recuerdo y a la memoria y sobre todo al esparcimiento, en esa playa no había ni pista de ella, aunque bueno, su presencia se notaba en los adornos que existían en los monumentos y construcciones.

Un hotel lleno de gente se abría a mi encuentro y yo caminaba sin fijarme en nadie en específico. Mujeres y hombres de perfecta silueta caminaban por en medio de las anchas calles de esa playa.

La playa era de un color que traía a la mente la precipitación del arquitecto divino por construir algo lleno de mérito. Y la pregunta eterna, ¿si me enamoro de ti, tú responderás?

O sólo te irás como muchas, que han visitado mi corazón de pasada y no han dejado ninguna huella, el profundo dolor de un alma traicionado y el perfume del olvido.
No creo que abandones mi alma, musa de ojos color claro, has tocado mi alma en un punto muy sensible, tener cuidado con el pensamiento y con el corazón es sin duda la clave para no ejercer presión.

Mi sueño termina con un dolor profundo en la espalda, resultado de tantas horas en los brazos de Morfeo, y al final sólo atino a pensar en un poemita dedicado a ella, a la reina del desierto.

Mi muy querida reina, usted ha ejercido sobre mi, una fascinación profunda, solo comparable con las noches sin luna, cuando los amantes se acercan y se besan. Quisiera estar con usted, abrazarla, acariciarle y darle un beso eterno en esos sus labios tan dulces. Siento su aroma cerca de mi y a veces pienso en la lejanía de las ciudades, y que la distancia es olvido. Sí, mi señora, su alma y la mía algún día brincarán en ese árbol llamado amor y disfrutarán de su fruto prohibido nombrado sexo.


Bonita conclusión, aunque siempre habrá más que ver en la noche preclara.

Inauguración

De nuevo con el blog y después de haber borrado todos los cuentos, con la intención de reeditarlos. Eso le dije en el 2009. Y ahora, para el querido lector, de nuevo, la mata dando y ahora sí una versión casi completa de estos cuentos, que integran este volumen que a mi me encanta, CUENTOS DESDE EL SOLAR DE LOS ABURRIDOS.